El mundo actual está siempre acelerado. Todo tiene que ser hecho de prisa y de la mejor manera posible, lo que nos lleva a ser proactivos, eficientes, correctos, tener un alto poder de rendimiento, cumplir con fechas límites, hacer frente a situaciones difíciles, tomar decisiones, renovarse, actualizarse continuamente… Y todo esto nos lleva a un estado de estrés que, si bien en un primer momento nos impulsa y motiva, sostenido en el tiempo puede causar un agotamiento y desencadenar en un trastorno de ansiedad o depresión.

Por eso, con el fin de evitarlos, y teniendo en cuenta otras consideraciones que hemos ido compartiendo a lo largo del año, como las técnicas de respiración y el mindfulness, se hace necesario contar con periodos de descanso en los que podamos relajarnos tanto física como psicológicamente y desconectarnos de las preocupaciones cotidianas. Es decir, ¡necesitamos vacaciones!

Beneficios del descanso
Entendidas como recompensa por el esfuerzo realizado, las vacaciones deberían resultar un elemento reforzador de la autoestima y el autoconocimiento, ya que el tener más tiempo libre nos permiten realizar actividades que nos resulten placenteras, para las que normalmente no se tiene ocasión. Además, un buen descanso produce un aumento notable de la creatividad, pudiendo dar lugar a la formación de nuevas ideas qu7e en un entorno estresante no surgirían. En este sentido, el desbloqueo mental que produce el descanso provoca una mejora de la capacidad de juicio y decisión, posibilitando un análisis completo de la información disponible y la posterior toma de decisiones.

También, el descanso provoca la liberación de endorfinas y la activación de los circuitos neurales de recompensa, estimulándose la presencia de dopamina y serotonina en el cerebro. Todo ello produce una reducción de la ansiedad y esquemas negativos de pensamiento. En conclusión, las vacaciones suponen una vía que conducen al bienestar en aquellos que son capaces de disfrutar del periodo de descanso vacacional.

Disfrutar de las vacaciones
Hay que tener en cuenta, que el simple hecho de tener vacaciones no es por sí mismo reparador, sino que el descanso proviene del cambio de actividades y formas de pensar en comparación con la situación habitual. Un problema común, es la programación excesiva de actividades o visitas y no respetar las horas de sueño necesarias.
Para disfrutar de unas merecidas vacaciones y lograr un buen descanso, aquí van algunas sugerencias:

1.- Flexibilizar: ser capaces de improvisar y adaptarnos a los deseos y posibilidades del momento es fundamental para una experiencia optima de disfrute.
2.- Desconectar la mente: salir de la rutina, de los automatismos. Organizarse para que las responsabilidades habituales no interrumpan (salvo necesidad mayor) el descanso.
3.- Animarse: atreverse a hacer cosas nuevas, conocer lugares diferentes, probar otros sabores. Que nuestros sentidos se despierten permitirá un aumento de nuestra creatividad.
4.- Consensuar: es importante evitar conflictos si las vacaciones se llevan a cabo en compañía de otras personas. Optar por actividades que se puedan realizar de manera colaborativa y mejorando los vínculos interpersonales.

Luego de todo un año de cansancio acumulado, de situaciones estresantes que hemos vivido en general como la pandemia, la consecuente cuarentena que se extendió por meses y nos llevó al aislamiento social, y continúa hoy con distanciamiento y protocolos; el cuerpo pide parar, y la mente desconectarse.

Cada uno ha vivido, a su manera, un año diferente. Llega el verano y para muchos, la posibilidad del receso. Aprovechalo para descansar y reinventarte, para recargar tu energía y volver al ruedo renovado, entusiasta y con nuevas capacidades de disfrutar tu vida!!!

Dra. Alicia M. Miguez | Clínica Médica - Psiquiatría y Psicología Médica - Transtornos de Ansiedad - Hipnosis Clínica - Psicología Ontológica y Transpersonal Bioneuroemocion - Mindfulness - Eneagrama.
Sanatorio Clínica Modelo de Morón.